"Vero, tú no te signifiques". Recuerdo perfectamente las palabras que me decía mi abuela cada vez que veía que iba a defender mis derechos como estudiante o que expresaba mi opinión ante alguien que ostentaba algún tipo de "poder" en mi vida (un profesor o el Decano de la Facultad, por ejemplo). Hoy me acordaba de mi abuela y de sus recomendaciones cuando me disponía a contar lo que ha sucedido en el CPR...
El pasado 24 de agosto el Director Provincial del Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte en Ceuta me comunicaba algo que, según sus
palabras, era vox populi: mi cese como asesora en el Centro de Profesores y
Recursos, el lugar donde tengo (tenía) una comisión de servicios que finalizaba
el 31 de agosto de 2014. Desde hacía un mes, aproximadamente, sabíamos que dos
personas no permanecerían en su puesto, pero ignorábamos los criterios que iban
a seguirse para su selección. En principio, parecía claro que una compañera
cuya comisión finalizó hace unos días sería una de las elegidas, pero a partir
de ahí, nada.
La vaga explicación que se me dio vino acompañada de una sorpresa: la directora
del CPR no renovaría su cargo. ¿Motivos por los que no querían seguir contando
con nosotras? Nuestras manifestaciones públicas en contra de la política del
Ministerio hacían que se prefiriera a “personas de confianza”, además de argüir
como excusa que la asesoría que yo ocupaba (la del ámbito socio-lingüístico)
era la más fácilmente prescindible. Para quien no lo sepa, la gestión de la
diversidad lingüística es una de las asignaturas pendientes de Ceuta, cuya
población escolar mayoritariamente es bilingüe. Resulta, pues, significativo,
que el Ministerio opte por eliminar una asesoría tan importante en esta ciudad
cuando el propio Ministro, José Ignacio Wert, declaraba en febrero que “el lingüístico es el principal problema de la Educación en Ceuta”.
Para ser el principal problema, eliminar la asesoría que se encarga de ello no
parece ser la mejor solución.
En el mes de abril recibimos la visita del entonces Director
General de Evaluación y Cooperación Territorial (Xavier Gisbert), quien nos
ordenó no realizar actividades nuevas porque el MECD tenía previsto un cambio de modelo de formación del profesorado, al estilo del que se lleva a cabo en la
Comunidad de Madrid o Castilla-La Mancha.
Tras comprobar el talante poco conciliador y apenas dialogante de este señor (sobre todo con
las asociaciones de madres y padres del alumnado), la Asociación en Defensa de la Escuela Pública –de la cual soy portavoz- y la Federación de Asociaciones de
Madres y Padres de Alumn@s leímos un comunicado conjunto en contra de la política que el Ministerio pretendía (y pretende) desarrollar
en Ceuta.
De aquellos barros, estos lodos, y ahora he/hemos comprobado
cómo el gobierno del PP castiga a quienes defendemos una escuela pública
inclusiva, no segregadora, democrática y de calidad para todas las niñas y los
niños.
Los motivos ideológicos y políticos se esconden tras vagas explicaciones del
tipo: “no se ha convocado la plaza y su mandato ha finalizado”, “su asesoría
era la que menos carga de trabajo tenía”, “desconocía la existencia de la Asociación en
Defensa de la Escuela Pública” (¿cómo puede permitirse que un Director
Provincial indique públicamente que desconoce lo que ocurre en la calle, donde
nos hemos manifestado con nuestras camisetas verdes en varias ocasiones?).
Desde el IES en el que ahora trabajo como profesora de lengua castellana y
literatura seguiré luchando por aquello en lo que creo. Desde el convencimiento
de que otra forma de educar es posible y necesaria, haré todo lo que esté en mi
corazón, mi tiza, mi tecla y mi palabra, para demostrar que solo desde el
trabajo en común del profesorado, las familias, la comunidad, los medios de
comunicación… lograremos formar ciudadanos y ciudadanas libres.