jueves, 14 de junio de 2012

¿Una oportunidad para la escuela inclusiva?



Esta mañana El País me ha despertado con la noticia de que "Galicia agrupará en la misma aula a niños de 6 a 12 años para ahorrar". Opino que no es una buena medida, fundamentalmente porque supondrá la supresión muchos puestos de trabajo (casi 200 maestros de Educación Primaria) y también porque, al tratarse de un medida basada en el ahorro y no en la mejora de la calidad educativa, no estará dotada presupuestariamente para que se lleve a cabo con éxito, se hará sin pensar a quién y con qué criterio se agrupa y, en resumidas cuentas, consistirá en el hacinamiento de niños y niñas con diferentes edades, ritmos de aprendizaje y capacidades, pero sin el apoyo de una adecuada formación del profesorado y sin recursos. Es decir, en Galicia no habrá aulas inclusivas sino aulas en las que esté un niño de 7 años sentado junto a una niña de 11, por ejemplo, y eso no es inclusión.

Dicho esto, pongámonos a imaginar...
Imagino un titular igual que este pero sin la expresión "para ahorrar". ¿Estaría de acuerdo? Pues, sinceramente, creo que sí (con ciertas condiciones, claro está). Siempre he defendido la inclusión, que aprendemos mucho más de aquello que es diferente que de lo que es semejante a nosotros y nosotras, que las interacciones son más enriquecedoras si, además de producirse entre iguales, se producen -en el ámbito escolar- entre personas "no académicas", etc. pero, claro, todo esto será posible si el docente conoce "actuaciones educativas de éxito" y las lleva a cabo sabiendo lo que hace, no si agrupa al alumnado por niveles y les prepara una batería de actividades para hacerlas individualmente.  

Como decía esta mañana @R_Flecha en un improvisado debate en twitter: 
La diversidad "inclusión" da éxito.
La diversidad "mixture", fracaso. 

Si yo fuera maestra en Galicia, saldría a la calle a reivindicar mis derechos laborales y pediría unas condiciones de trabajo mejores para que -a su vez- mejorase la calidad de la educación, lucharía por mis derechos y por los de mis compañeras y compañeros, pero también aprovecharía la ocasión para:
- Formarme en metodologías inclusivas.
- Poner en práctica actuaciones educativas de éxito, constatadas científicamente.
- Ofrecer a mi alumnado unas interacciones ricas, en el marco del aprendizaje dialógico.


3 comentarios:

  1. La noticia es mala, sin duda. Y me temo que esta va a ser la tónica en cuanto a noticias sobre la educación en el futuro.

    Por lo demás, aunque entiendo que la educación de los niños debe de ser inclusiva, no sé bien cuál debe de ser el alcance del término. Quiero decir que me choca un poco que pueda ser positivo el hecho de juntar en un aula a niños tan diferentes como el caso que se cita. Reconozco que tengo un gran desconocimiento de los avances pedagógicos y que arrastro ideas preconcebidas de lo que es un aula y lo que es un alumno.

    He curioseado el estudio de INCLUD-ED. Me ha parecido un poco farragoso, la verdad. Más allá de la parte de nombrar las distintas maneras de agrupar niños, y varios alardes de imaginación taxonómica más, lo he visto como una sucesión inconexa de afimaciones, muy sensatas la mayoría, y muy obvias muchas. Eso sí, con un abrumador apoyo bibliográfico. Las conclusiones poco elaboradas. Los propios resúmenes que lo salpican son genéricos y poco concretos. A mí me suena a la típica práctica de la carrera que se hace entre alumnos que no se conocen, y que se ajustan al guión esperado sin sorprender ni pretenderlo.

    El tema me parece muy interesante, en todo caso. Soy un recién llegado. He buscado esta bonita definición que no sé si será buena:
    http://www.espaciologopedico.com/recursos/glosariodet.php?Id=431

    Concluyo que todos estamos a favor de una escuela inclusiva por lo que el término no sirve entonces de mucho. Hay que definir esa "inclusividad" puesto que hay mil maneras de plantearlo, según he visto. Mi impresión es que el debate tiene mucho de terminológico. La definición que he buscado suena muy bonita, desde luego. Y acaba afirmando que "En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales" Todo son ventajas entonces, ¿no?. ¿Quién podría oponerse?.

    Lo dicho, un tema muy interesante y perdón porque la ignorancia es muy atrevida.

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    1. Empiezo por el final, Antonio.
      Estoy totalmente de acuerdo contigo en que todo son ventajas, entonces... ¿quién podría oponerse? El papel lo soporta todo, pero la práctica diaria, no. Creer y llevar a la práctica la inclusividad implica multiplicar esfuerzos, trabajar mucho más y romper con muchos mitos que aún permanecen en lo más profundo de nuestra conciencia docente.
      Hablando claro: si se trabaja de manera inclusiva ningún niño o niña sale del aula para ir "a clase de apoyo", para "aprender español" o para "ir a clase de refuerzo de matemáticas", por ejemplo. La niña que no sabe español, el que saca buenísimas notas, el que tiene dislexia, el repetidor o la que aún no está diagnosticada como TDAH, están compartiendo aula, es decir, compartiendo vida, y esto es complicado (no imposible) de gestionar.
      Por otro lado, el hecho de que un aula sea heterogénea y diversa es muy enriquecedor, ya que la sociedad es así y cuanto antes se acostumbren nuestros niños y niñas a interactuar con personas diferentes, mejor.Fomentar interacciones con iguales y con personas "no académicas" también resulta muy provechoso; ¿nunca te ocurrió cuando estudiabas que si un tema/problema difícil te lo explicaba un compañero te enterabas mejor que cuando lo hacía el profesor? Pues se trata de hacer lo mismo, pero en clase.
      En el Centro de Profesores y Recursos de Ceuta hicimos un resumen de la publicación de INCLUD-ED. Tal vez te sirva: http://www.espaciologopedico.com/recursos/glosariodet.php?Id=431
      Un saludo y muchas gracias por tus comentarios.

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    2. Gracias por la respuesta, Verónica.
      Entiendo que para garantizar el éxito en la educación inclusiva hay que "multiplicar esfuerzos, trabajar mucho más". Lo visualizo con varios pedagogos de apoyo más de lo que ve4ndría a ser una clase "homogénea". Y desde luego hay que "romper con muchos mitos que aún permanecen en lo más profundo de nuestra conciencia docente". La imagen más parecida que tengo es la de escuela de la vieja serie de tv 'La casa de la pradera' en la que se juntaban todos los niños del pueblo de todas las edades en una sola clase.

      El enlace que pones no parece correcto pero he encontrado esto:
      http://www.cprceuta.es/Revista/Numero4/Revista4.pdf

      Un saludo y gracias

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